Tango y Fútbol
•21 mayo 2010
Recibo este video y rompo en llanto. Sí, rompo en llanto porque me desborda la emoción. Quién iba a decir que 10 años después este video cobraría un nuevo significado.
Hace 10 años y un día dos bailarines disfrutaban de pasos de tango en San Telmo. Hace 10 años los vecinos podían bajar de sus casas, avisar a otros dentro del edificio, salir, hacer una ronda alrededor de los artistas y disfrutar de su baile. Todo redondo. El público, el público podía aplaudirlos, mirar sus rostros felices después de la danza y celebrar el encuentro.
Hace 10 años y un día no teníamos idea por todo lo que íbamos a atravesar como humanidad.
Hace 10 años y un día bailar, tocar, jugar con una pelota, caminar, dar vuelta a la esquina, tocar a otro, abrir las ventanas eran algo que dábamos por sentado. Hoy 20 de mayo de 2020 tocar a otro – un extraño o alguien cercano – es un privilegio o un peligro, según como se perciba. Tocar, bailar, jugar son acciones vitales que se sienten como algo que duele porque van quedando en en el anhelo o el olvido.
Y está bien que no podamos tocar, bailar, jugar como hace 10 años, entiendo las razones pero el cuerpo… el cuerpo extraña el abrazo, el juego, la libertad de otros tiempos.