Tango, amor y deseo: vuelve “Amor, es amor?”en el CC25 

By Belén Bulacio —

La Sala Redonda del Centro Cultural 25 de Mayo CC25 de Villa Urquiza fue el escenario del reestreno de la obra “Amor, es amor?”, versión libre de Bitácora de un Viaje de Ida de Andrea Juliá. Puede disfrutarse los viernes de septiembre a las 21:00 hs.

Esta puesta trae la intervención poética en Lengua de Señas Argentina (LSA). Milonga entrevistó a los actores Verónica Alvarenga @veritoalvarenga, Eduardo Arias @eduardo.adrian.arias y Sandra Martínez @sanlmartinez1.

Belén: ¿Cómo encaran este estreno 2023?

Eduardo: Con mucha ansiedad de nuestro lado porque, además de reestreno, es una nueva versión, y eso lo convierte en un estreno. La ansiedad es por ver la respuesta del público por la incorporación de Sandra Martínez, la actriz señante.

Verónica: Yo lo vivo con mucha felicidad. Estoy acercándome al estreno, faltan tres días, como tomando mucha conciencia de que me encanta esto que estamos haciendo de incorporar a la obra la posibilidad de convocar nuevo público que pueda, gracias a la lengua de señas, entender de qué va una historia que de amor y desencuentros, algo común entre comillas, pero muy atravesado por el cuerpo o, como dice nuestra directora, la metáfora del amor. 

Sandra: Por mi parte, con mucha ansiedad también. Lo comparto con Eduardo. Hay algo de esto que trae Vero de la posibilidad de que en escena se vea, se incluya la lengua de señas pero mi personaje no traduce, es un personaje que habla su propio idioma, que es la lengua de señas y lo interesante es eso, la incorporación de una poética escénica donde la lengua de señas cobra la categoría de un personaje más. No es solamente una intérprete que traduce los textos sino que tiene una línea de acción y viene a modificar también lo que sucede entre los personajes,  incomoda por momentos. Tiene algo super interesante y, esto que trae Edu, la posibilidad de que personas sordas puedan acercarse al teatro verdaderamente, digo, sin ningún intermediario a ver una obra en lengua de señas. Eso es maravilloso.

Verónica: En la versión anterior estábamos solos y todo lo que ocurría era entre nosotros. 

Eduardo: Cambió un montón la obra. No es lo mismo una discusión cuando uno está solo con alguien. Ahora, cuando vas a pelearte con alguien y tenés a un otro ahí que te está mirando… hay que cuidarse un montón, disimular. Y eso produce otra dinámica, su personaje es sordo y nosotros jugamos con eso porque “no nos escucha” pero nos puede ver. Y sucede algo muy natural que sucede en la vida que es que cuando uno está con alguien sordo es difícil tomar conciencia de cuál es su lugar, si realmente no me entiende, me entiende, me lee los labios o no y, si me lee los labios, cómo hago para que no me lea. Todo eso que pasa en la vida real pasa en la obra. Creo que pasa así. De todas formas, Sandra tiene más contacto con el mundo de la sordera.

Belén: ¿Cómo transitaron la pausa entre aquel estreno de 2022 y este estreno 2023?

Eduardo: Uno en el teatro está muy abierto y despierto a lo que venga. Yo no pienso en términos de seguimos y hacemos esto o lo otro y tenemos todo pactado sino que estamos abiertos a lo que va proponiendo la vida. Este año vino con la lengua de señas y este teatro que es maravilloso, en una sala que es completamente distinta a donde se estrenó porque es redonda y así vamos tomando lo que llega para la obra y para nosotros como artistas. 

Verónica: Nos dejó muy transformados, expectantes y abiertos. Todo el tiempo suceden cosas y nos acomodamos a eso. La directora nos quiere disfrutando y es para eso que hacemos teatro.

Sandra: Yo creo que para las personas que pueden acercarse o acceder y ver en escena que hay algo interesante que se da entre los personajes con dos lenguas distintas pero hay algo en la comunicación que está todo el tiempo presente y me parece que lograr eso en escena, donde no hay una lengua que prime sobre la otra porque en realidad suceden en simultáneo y eso es lo maravilloso de esta propuesta que,en general, no se ve. No hay propuestas de esta índole donde la lengua de señas interviene poéticamente, en donde hay una línea de acción, un personaje, con situaciones que todo el tiempo están generando en el espectador la pregunta de “Y bueno, ahora, qué va a pasar?” o “¿Cómo sigue?” porque hay una trama que está super interesante y que abre la posibilidad a un teatro accesible.

Belén: ¿Qué esperan que se lleve el espectador después de ver la obra?

Eduardo: Yo espero que disfruten y la pasen bien. También que un oyente que no está en contacto con la lengua de señas o con esa realidad, que existe pero no la vive  no la conoce, que esa persona diga “ Qué fuerte. Qué potente la comunicación de otras personas”. Una de las cosas que a mi más me gustan de la obra es que no habla de la sordera. El tema está y se despliega como lo viven las personas sordas en su vida. Mi expectativa es que las personas sordas puedan venir y disfrutar del teatro como lo disfrutan los demás. 

 Verónica: Que puedan compartir esta propuesta con sus familias. A mi me pasa que, como nuestra directora tiene otra obra en esta línea poética de la lengua de señas, cuando veo que padres sordos comparten un espectáculo así con sus hijes es maravilloso. Aparece una comunión.

Sandra: A  mi me parece hermoso. Yo amo la lengua de señas desde chica la aprendí con Gaby, nuestra directora y maestra mía, y para mi es un sueño poder estar haciendo esto es poner en juego las dos cosas que más amo en la vida que es el teatro y la lengua de señas con una responsabilidad y un compromiso de sumar a la obra y a estos dos actores maravillosos. Entonces, hay algo de ese estar en escena que es muy gratificante.

Belén: Sandra, ¿cómo llegás a la lengua de señas?

Sandra: Llego por curiosidad. En ese momento, estoy hablando de los años 90, estaba la novela Nano en la que Gaby participó y yo lo único que hacía era quedarme fascinada mirando y pensando “Qué es eso?”. Yo tenía diecisiete años. Cuando terminaba la novela y pasaban quién daba las clases yo tomaba notas para ir y desde que empecé a sumarme a las clases de Gaby la lengua de señas habita conmigo. Ahora ver la obra en escena y que se acerquen las personas sordas y que este espacio crezca es maravilloso.