Lo que actualmente se conoce como tango canyengue se caracteriza por la relación entre los dos bailarines. El abrazo es diferente, el eje se sitúa en otra zona del cuerpo y los pasos trazan un camino distinto (al tango salón). En el abrazo, los bailarines no se enfrentan, sino que el ombligo de la mujer coincide con la cadera derecha del hombre. En definitiva, el abrazo se cierra en el abdomen. Esto puede advertirse visualmente.
Los rasgos musicales de este estilo son también fácilmente reconocibles. Todos ellos los encontramos en la música de estilo tradicionalista de, entre otros, Francisco Canaro, por establecer un referente conocido por todos. Se podría decir que él es el más claro representante musicalmente hablando de este estilo: frases melódicas cortas, ritmo muy marcado y carácter festivo. La caminada adquiere en este tango un peso considerable, es decir, los pies intentan meterse en el piso.
José Gobello y Oscar Conde, en sus respectivos diccionarios de lunfardo definen el término canyengue, entre otras acepciones, como «arrabalero, de baja condición social» y Gobello, además, añade «Actitud, postura del cuerpo afectada como la habitual de los compadritos».
FUENTE: La Masculinidad en el tango rioplatense, Laura Alonso Sáenz de Miera