El tango en la tele: De “Grandes valores” al mundo del cable

En la historia de la televisión argentina, Grandes Valores del Tango, una creación de Alejandro Romay, fue el programa más exitoso dedicado al género. Llegó a estar cerca de 40 años en la pantalla, desde sus comienzos en 1963, con Hugo del Carril en el papel de conductor, hasta los tiempos de Silvio Soldán que, alternado con Feliz Domingo, impuso un eslogan que aún hoy se usa para ir a las tandas publicitarias: “Un corte, una quebrada y volvemos”.

Por aquellos tiempos, en el Canal 11 que tenía a Leoncio como símbolo, Yo te canto Buenos Aires también abrió un espacio para que los artistas del género le pusieran música a la programación en blanco y negro de una televisión que crecía. Aunque su duración fue mucho más corta que la de su programa colega.

Grandes valores del tango iba por Canal 9 y tenía una orquesta estable donde integrada en parte por miembros del Sexteto Mayor. La puesta al aire se ampliaba con bailarines y cantores que se alternaban todo el tiempo.

En 1974, con la estatización de los canales, el envío semanal pasó a llamarse Grandes valores de hoy y de siempre. Luego, en democracia, y otra vez con Romay a la cabeza, volvió al aire con su nombre original. Silvio Soldán, quien lo condujo durante casi tres décadas, fue el último maestro de ceremonias. El final del ciclo fue en 1992.

Según Soldán, “tener la oportunidad de conducir Grandes valores después de, nada menos, que Juan Carlos Thorry, quien fue una figura impresionante además de un gran amigo mío, resultó fantástico, porque también pude encontrarme con toda la gente que admiraba en los discos. Y hablo de Alberto Morán, Osvaldo Pugliese, Susana Rinaldi, Alberto Podestá, Argentino Ledesma, Rodolfo Lezica, Tita Merello, Hugo del Carril…”

Allí, 50 años atrás, Juan Carlos Thorry y Tito Lusiardo anunciaban el debut de “el pibe de oro del tango”, conocido para siempre como “Guillermito” Fernández, y entre sus mesas solían codearse Aníbal Troilo “Pichuco”, Rosana Falasca, Néstor Fabián y muchas otras figuras del género.

En los ’80 el “gordo” Enrique Bergara Leumann encabezó La Botica de Tango, que salía por el viejo Canal 11 (Telefe) con orquesta estable a cargo de Mario Marzán y músicos de la talla de Roberto Grela. El programa estuvo en el aire hasta finales de la década. Por ahí pasaron Sebastián Piana, Enrique Cadícamo, Raúl Lavié, Roberto Goyeneche, Amelita Baltar, Alberto Castillo, María Graña, Beba Bidart, Alba Solís y Ricardo Chiqui Pereyra.

Actor y escenógrafo, Bergara Leumannn conjugaba su pasión por el tango con sus dotes de anfitrión iconoclasta, generando un pastiche que daba mitad Instituto Di Tella, mitad Glostora Tango Club. Entre 1982 y 1988 él mismo lo condujo. Se lo sigue recordando por su irreverencia y originalidad.

Menos conocido pero igualmente prestigioso, en 1962, por la pantalla del viejo Canal 7, debutó La Campana de Cristal, con la conducción de Augusto Bonardo y un formato parecido al de Bergara Leumann. El programa se dio el lujo de que Marta Minujín realizara allí su primer happening en la Argentina.

Más acá en el tiempo, y ya en el cable, Sólo Tango fue un canal de televisión íntegramente dedicado a la milonga y la música ciudadana. Fundado en 1995, en la grilla se destacaban las clases de tango para principiantes, los documentales sobre las grandes figuras y los separadores con la historia del género. En enero de 2011, el canal fue retirado de la programación del cable. Lo reemplazó un ciclo de turismo. A los pocos meses lo revivieron en formato web y con otro nombre: TangoCity. Pero en 2016 cesaron definitivamente sus transmisiones.

FUENTE: Clarín.com