El jueves 23 de septiembre fue una fiesta en la Estación H del subte. Los artistas y maestros Elina Conte y Cristian Cisneros brindaron un espectáculo para los pasajeros de esa línea en el marco del Festival Tango BA. Milonga hizo una breve entrevista a los bailarines a modo de registro de la vuelta del Tango a la ciudad.
¿Qué sintieron con este regreso al contacto con el público?
Elina: Volver a bailar cerca de la gente me género mucha emoción y ansiedad… Después de haber trabajado durante 15 años noche a noche, la pandemia arrebató una gran parte de mi vida, mi rutina, fueron momentos muy difíciles, donde costó volver a encontrar el centro y redefinirnos de alguna manera.
Cristian: Sentí mucha felicidad. Estar frente a la gente y ver cómo disfrutan de nuestro baile es impagable. Con el formato virtual habíamos perdido la experiencia de ver cómo el público recibe nuestro arte. Ver los rostros y sus expresiones cuando les llega la danza es hermoso. Ellos lo disfrutaron con nosotros.
¿Cuál era la atmósfera previa y después de su exhibición?
Elina: Antes de bailar me invadieron unos nervios. Como si fuera la primera vez que lo iba a hacer, tenía miedo de equivocarme y esas dudas que nos agarran como antes de rendir un parcial.
Después fue todo, satisfacción, alegría y emoción.
Cristian: Coincido con lo que te comentó Elina. Nervios porque hacía mucho tiempo que no teníamos contacto con la gente. Ensayar o dar exhibiciones en forma virtual no es lo mismo que con el calor del público enfrente. Ese día la gente se enganchó y le gustó así que sentimos mucha felicidad. Hubo gente que pasaba y se quedaba a mirarnos y aplaudía, oros que estaban haciendo trasbordo y se detenían para disfrutar.
¿Qué percibieron en el cuerpo?
Elina: Bueno el cuerpo yo creo que nos habla todo el tiempo. Nos da señales y nos dice por dónde es, en general digo en la vida, las sensaciones que tenemos, esa mezcla con la intuición son la respuesta de lo que buscamos. Mientras bailaba me sentí plena y segura, reconfirmando que este es el camino que quiero transitar.
Cristian: La adrenalina que corre cuando uno está bailando es inigualable. También felicidad.