Es primavera y Milonga amplía horizontes. Nos entusiasma conocer a otros amantes y cultores del tango de los cuatro rincones del mundo. Nuestros primeros entrevistados son Patricia y Stewart desde Honolulu. ¡Seguí leyendo!
Belén: ¿Cómo surgió el video?
Stewart: Decidimos hacer este video porque nos inspiró mucho tener un ukelele -el instrumento hawaiano- en un tango. Si mirás el video de la orquesta Romántica Milonguera, vas a ver a los bandoneonistas haciendo gestos de hula con las manos. Así que pensamos: “¡Super! ¡Tango hawaiano! Hagamos un video de tango hawaiano”.
Resultó que mi amigo Troy Christopher Plota estaba en la ciudad. Es un fotógrafo increíble y estaba fotografiando un hotel. Quería usar su dron para filmarnos bailando, lo que nos pareció genial.
Belén: ¿Por qué eligieron ese lugar?
Stewart: Originalmente teníamos en mente otro sitio, en el corazón de Waikiki, donde hay una pequeña colina cubierta de hierba donde la gente hace hula, una enorme estatua de bronce del surfista Duke Kahanamoku, alquiler de tablas de surf, cocoteros, mucha gente en bañador. Es muy hawaiano, pero usar el dron allí habría sido difícil.
Belén: ¿Qué evoca esta versión de Mariposita cuando la bailás?
Stewart: Simplemente me encanta la canción porque con el ukelele, sobre todo el principio, es tan hawaiano. Ese simple rasgueo de los primeros acordes evoca la belleza y el espíritu aloha -el espíritu del amor- de este lugar.
Cuando empieza, podría ser una canción hawaiana. Pero cuando suena la voz de Ximena en español, sabes que es algo diferente, no una canción hawaiana, sino un tango. Bailarlo es pura alegría. Es tan delicioso y ligero. Su voz es mágica y evoca dos amores: Hawai y el tango.
Belén: ¿Cómo es bailar en ese suelo? Parece de losa.
Stewart: La superficie es muy difícil. Es irregular con grietas entre las piedras. Que Patricia pueda hacer calesitas tan bien allí me asombra. Afortunadamente hay un poco de arena, lo que facilita el giro. ¡Habrás notado que no intenté hacer giros! Afortunadamente, la canción no lo pedía, creo. Aún así, el lugar es precioso para la puesta de sol, y es fácil usar el dron allí. Además ya ves que la vereda es ancha.
Belén: ¿Y qué pasa con los transeúntes?
Stewart: ¡Sí! Es curioso. Simplemente nos miran. Es como en una milonga. Tengo que estar atento a ellos y navegar.
Pero hay una anécdota graciosa sobre el motorista. Seguro observaste que hago lo que parece tal vez un adorno con la pierna izquierda después de que pasa la moto. Bueno… fue porque Patricia tenía miedo de que yo iba a dar un paso atrás hacia el ciclista y entonces me sostuvo en la forma en que un buen follower suele hacerlo en la milonga si estás a punto de chocarter con alguien.
Así que me estabilicé un poco. Creo que vi al motorista, pero iba bastante rápido y cerca.Tanto el motorista como el paseador de perros me parecieron geniales. Mi hija dijo que realmente parecen extras en el video. ¡Pero en realidad era como una milonga abarrotada de gente!
Este es el asunto…Ese lugar es realmente “nuestro lugar” donde nos encanta bailar al atardecer. Así que eso hizo que este video fuera realmente especial.
Troy tuvo la idea de que nos sentáramos en los bancos mientras el dron se elevaba y empezaba la música. Me parece muy dulce.
Belén: Una última pregunta, por ahora, ¿cómo es ser milonguero en 2020?
Stewart: Creo que el video captura lo que es para mí en estos días – como un milonguero en 2020 sin milongas. Tenemos que buscar otros espacios para bailar. Nos sentimos muy afortunados de tenernos como compañeros, pero no sería lo mismo sin nuestros maestros y la gente como ustedes que estamos conociendo.
También es un buen ejemplo de cómo conocemos gente a través de las redes sociales y eso alimenta nuestra pasión y nos anima. Intentamos compartir el tango con la gente de aquí y la belleza de Hawai con los tangueros de todo el mundo. Esa es nuestra intención.