El gran bandoneonista Ciriaco Ortiz, a 50 años de su muerte

Un día como hoy hace 50 años, murió el bandoneonista, compositor y director de orquesta Ciriaco Ortiz, quien se destacó por su enorme calidad interpretativa y su inigualable fraseo, rasgo que lo ubicó entre los grandes protagonistas de la historia del tango.

Vivió 75 años y a lo largo de su intensa trayectoria grabó más de 300 piezas. Compuso varias canciones, la más popular fue “Atenti pebeta”, tango escrito por Celedonio Flores y cantado en una versión memorable por Edmundo Rivero.

“Produjo el casi prodigio de que alguien no porteño fuese capaz de arrancar del fueye, fiorituras y cabriolas que pocos tangueros bien de Buenos Aires nunca alcanzaron”, dijo alguna vez Aníbal Troilo acerca de su virtuosismo.

A Ángel Ciriaco Ortiz Barrionuevo -su verdadero nombre- lo llamaban Ciriaquito. Nació en la ciudad de Córdoba y creció en el ámbito de un boliche ubicado a mitad de camino entre el Mercado Norte y el Mercado Abasto, propiedad de su padre, también bandoneonista y autor del vals “Viaje a Argüello”. Allí conoció a Carlos Gardel, visitante infaltable cuando andaba por Córdoba.

Se educó entre serenatas, chayas, chacareras y tangos, y en esa mezcla de ritmos y tradiciones se fue forjando uno de los bandoneones más importantes del género.

En 1925 fue convocado por la discográfica RCA Victor para que integrara su propia orquesta, dos años actuó en la Radio Cultura y luego continuó en Radio El Mundo, donde se desempeñó durante 20 años.

Armó su primer orquesta con Eliseo Ruiz en piano, Marcos Larrosa y Juan Ríos, en violines y Nicolás Di Massi en el segundo bandoneón. Su debut se hizo en el cine Gaumont.

Los Provincianos, su segunda orquesta, estuvo integrada por figuras como Aníbal Troilo y Horacio Molino (bandoneones), Elvino Vardaro y Manuel Núñez (violines), Orlando Carabelli (piano) y Manfredo Liberatore (bajo).

En 1927 se presentó por primera vez en los programas de Radio Cultura, como integrante de un trío con las guitarras de Spina y Menéndez. Colaboró luego en el sexteto de Vardaro-Pugliese en 1931 y en 1937 participó en la película “Así es el tango” dirigida por Eduardo Morera.

En los años 1952 y 1953, formó un sexteto para registrar cuatro tangos: “Recuerdos de la pampa”, “El verde”, “Canaro” y “Una noche de garufa”. Hacia 1969 inauguró el local El Viejo Almacén y y un año después falleció el 9 de julio.

FUENTE: Telam