Por: M. Belén Bulacio —
Milonga entrevistó a los organizadores de la mágica Alsina Tango Club, Luciana Galasso, Joaquín Ibarra y Mónica Arruga.
1. ¿Cuáles creen ustedes que son los ingredientes de la magia que se siente en Alsina Tango Club?
Moni: Alsina nació como proyecto en un momento muy especial post pandemia, en el que nos volvíamos a encontrar y a compartir nuestro amor por el Tango. Una noche intercambiando sueños en una mesa de un bar con un grupo de amigos lanzamos al Universo una muy clara idea de lo que queríamos: una milonga abierta e inclusiva sin ningún código más que el respeto y la buena onda. En muy poco tiempo hicimos nuestra primera práctica. Ese fue un primer momento mágico, la génesis de Alsina.
Luego de varios meses dos de los cinco integrantes de Alsina se alejaron y quedamos Luciana Joaquín y yo. Ese fue otro momento clave: la refundación con un cambio de estética. Nos faltaba algo que completara la identidad de nuestra milonga. Trabajamos con un artista audiovisual y logramos con pocos recursos generar un ambiente cercano a lo teatral. Alsina se convirtió en una “experiencia sensorial tanguera”.
Ya no era solo el disfrutar del baile en una pista amplia con buen piso, eran las luces, los colores, los aromas, los manteles, las velas. Logramos crear un ambiente especial para disfrutar aún más el baile. Para cada edición pensamos en nuestro público, cómo hacer para que se sienta más cómodo. La energía puesta en cada detalle es amor con el que alimentamos la magia de Alsina. Hasta los regalos para los sorteos es comida casera preparada con muchísimo amor mientras escucho tangos. La fórmula quizá sea: Amor=Magia.
Luciana: Creo mucho en la sinergia de los equipos de trabajo, justamente la sinergia que creamos con Joaquín y Mónica tiene mucho que ver con la magia que se crea en cada encuentro que Alsina propone, el tener claro cuál es el objetivo de este proyecto y tratar de hacer lo mejor en pos de ese objetivo es algo que los tres tenemos en claro.
El otro gran ingrediente más importante aún es la gente, hay muchas personas que nos siguen desde los inicios y concurre casi con asistencia perfecta a cada una de nuestras milongas, la gente es el alma de Alsina, y les estamos totalmente agradecidos por elegirnos.
Joaquín: En Alsina Tango Club no se dan algunas cuestiones que suelen estar en muchas milongas: el tema del status, la frialdad, la distancia, el mostrarse y querer sobresalir, etc. Por el contrario, toda la gente que viene busca pasar un hermoso momento y compartirlo con la mejor de las ondas. Todos bailamos con todos, todos nos reímos con todos, y esa sinergia crea una atmósfera muy especial que cualquiera que sea parte la puede sentir. En cada edición vienen personas nuevas, invitadas por amigos que estuvieron antes, digamos que ese boca a boca generó y sigue generando este clima tan cálido que vivimos acá. No es casualidad que todo aquel que viene a Alsina tenga una onda linda y un deseo genuino de compartir y pasarla bien.
2. ¿Cómo se conocieron esta tríada de socios?
Nos conocimos en 2018, en una escuela de tango, tomando clases. Éramos parte de un grupo de alumnos principiantes, nos juntábamos a practicar, íbamos a milongas, nos juntábamos a comer, hacíamos de todo un poco. Aprendiendo a bailar tango nos fuimos conociendo y generamos esta amistad que perdura hasta el día de hoy.
3. ¿Qué aprendieron sobre la organización de su milonga desde hace dos años?
Luciana: en mi caso particular trabajar con ellos me sirvió muchísimo para templar mi carácter, muchas veces no tengo filtro, y ellos me han hecho notar esto. Creo que lo fui mejorando con el paso del tiempo, quizás deberías preguntarle a Joaquín y Moni si esto es así.[risas]
Por otro lado hemos pasado por varias cosas desde la creación de Alsina y siempre supimos adaptarnos a los cambios que se nos presentaron, eso también lo considero aprendizaje, el poder adaptarse a los cambios.
Joaquín: Gestionar una movida cultural tiene sus desafíos. Donde hay muchas personas, naturalmente, hay diferencias, distintos puntos de vista, y, por ende, surgen problemas a la hora de trazar metas en común, pero vale la pena poner todo el esfuerzo para resolverlos y que todo siga creciendo. El foco tiene que estar en el disfrute de los demás. El arte y la cultura son oportunidades de disfrutar, de generar lazos, de cuidar nuestro estado de ánimo, de olvidarnos un poco de los problemas que tenemos. Un mundo con más milongas, con más baile, con más arte, con más encuentro, con más cultura, es un mundo un poquito y, a la vez, mucho más lindo. Los abrazos siguen funcionando.
Moni: Llevar adelante un proyecto implica muchas veces lidiar con recursos limitados, desacuerdos internos y externos e incluso cambios de locación. El ejercicio
y el desafío de producir cada edición sorteando las dificultades y los cambios es de por sí muy exigente. El aprendizaje fue y es ser más profesionales y creativos y seguir adelante manteniendo la identidad y el alma de Alsina.
4. ¿Me comparten una anécdota de alguna sorpresa linda que les haya traído su milonga?
Lu: En cuanto a esto puedo decir que a medida que fue pasando el tiempo muchas personas reconocidas del mundo tanguero nos han brindado su apoyo y su talento para hacer de Alsina parte de esta movida, así como artistas que han querido venir a presentar su obra antes de llevarla a la gira internacional. Todo esto para nosotros sí fue sorpresivo y la verdad que nos llena de amor y orgullo que haya sucedido.
Moni: A mí me resulta hasta el día de hoy sorpresivo y grato el reconocimiento y acompañamiento de importantes organizadores y gestores culturales del tango, tanto jóvenes como otros de larga trayectoria que constantemente nos alientan y difunden así como de los artistas de primer nivel que se presentan en nuestra milonga. Esto alimenta y empodera nuestro proyecto y como organizadores nos hace responsables de sostener y hacer crecer ALSINA TANGO CLUB.