Con profundo dolor, despedimos a Juan Carlos Copes, uno de los máximos referentes del gran género argentino, al que le impregnó un estilo más que personal desde la danza y la coreografía. Nació en Mataderos en 1931 mientras su abuelo tocaba un tango en el patio. Un destino marcado al ritmo del 2×4. Desde pequeño se crió entre milongas como inicio de una carrera que lo llevaría a los grandes escenarios de todo el mundo.
Brilló en las marquesinas de Broadway y fue aplaudido por toda Europa. Formó junto a María Nieves una pareja de baile inolvidable y montó espectáculos únicos, como el emblemático Tango Argentino. Fue el embajador principal de un estilo que hizo escuela. El tango hoy lamenta su partida.
El Ministerio de Cultura despide a Copes
Ante la muerte del bailarín, el Ministerio de Cultura de la Nación expresó: “con profundo dolor, despedimos a Juan Carlos Copes, uno de los máximos referentes del tango”.
“Brilló en las marquesinas de Broadway y fue aplaudido en Europa. Formó junto a María Nieves una pareja de baile inolvidable y montó espectáculos únicos”, indicó la cuenta de Twitter del organismo.
Apenas conocida la noticia sobre la muerte del milonguero, fallecido este sábado a los 89 años causa del coronavirus, las repercusiones no tardaron en llegar.
La Asociación Argentina de Actores destacó que Copes “es sinónimo de Tango. Llevó nuestra danza rioplatense a los escenarios del mundo y fue pionero en la creación de espectáculos coreográficos de tango. Nuestras condolencias a sus familiares y amistades, acompañándolos en este duro momento”.
El actor, empresario y político Nito Artaza escribió: “A la familia y amigos del Maestro Juan Carlos Copes, mis condolencias por su partida. Que esté con Dios”; mientras que, más escueto, el ministro de Cultura porteño Enrique Avogadro publicó “QEPD Juan Carlos Copes”.
Por su parte la cantante Amelita Baltar señaló: “No tengo palabras. Que el Señor te reciba Negro querido. Gracias por tanto Juan Carlos Copes” y la cuenta de Multiteatro indicó: “Falleció Juan Carlos Copes, un enorme nombre propio del espectáculo argentino. Gran protagonista del tango en nuestros escenarios”.
El guionista Mario Segade aportó sobre la partida del danzarín que “se fue el gran Juan Carlos Copes. Reptaba por los dameros. Maestro de los maestros. Llevó su arte por el mundo, se le debe mucho mucho”.
Textuales
El carácter de Juan Carlos Copes puede también observarse en su palabra, que la agencia Télam recogió a lo largo de su impactante trayectoria.
Conocedor del pulso y la entidad de un género al que aportó desde el baile, Copes le dijo a Télam en junio de 2003 que «el tango es la hermosa angustia del pueblo».
Y sobre su especialidad añadió entonces: «El tango te obliga a una mística especial, te obliga a que vos hagas lo que puedas con una mujer en los brazos».
Capaz de sumar miradas a su popularidad a la hora de danzar, el creador de “Tango Argentino” aseguró que en el baile se sintió siempre «tan transgresor como Piazzolla en la música».
Poco más de un año antes, en febrero de 2002 y en otra entrevista, el milonguero dijo que «el sentido que tiene la danza en el tango es el del romance, cuando simbólicamente el hombre va conquistando a la mujer en un acercamiento sensual y ritual, mientras crece una sensación que recorre el cuerpo entero».
Sobre su estilo, en enero de 1995 sintetizó: «Descubrí que el que hacía muchos pasos perdía elegancia. El tango-salón era elegante, y el orillero abundaba en movimientos y piruetas. Me pregunté por qué no fundir ambas cosas: tener prestancia y hacer figuras. Así definí mi estilo».
Consultado acerca de su éxito, en noviembre de 2000 alertó: «Si bien es cierto que soy un bailarín reconocido, también es cierto que siempre tuve que irme afuera para poder trabajar. Lamento no haber podido ser profeta en mi tierra».
En esa charla se mostró preocupado y resignado por la poca difusión e importancia que se le da al tango en la Argentina y opinó que la música ciudadana «afuera es considerada cultura popular, mientras que en nuestro país todavía sigue siendo una cosa marginal».
«En la Argentina -agregó- no hay incentivos ni espacios para aquellos que quieren ser profesionales tanto del baile como de la música. Hay conjuntos locales que son una maravilla, y que acá tocan esporádicamente y afuera son reyes».
Sin embargo, se mostró esperanzado en la recuperación de esa cultura de mano de las nuevas generaciones porque, sostuvo, «en el tango no hay magistratura, no hay reglas, sólo códigos y ejercicios, es un índice de libertad que los chicos están valorando porque en él encuentran su raíz y su idiosincrasia».
FUENTE: Ministerio de Cultura de la Nación